





Lo que sea que estés pasando, siempre estaremos aquî para ayudarte.


Era mucho mejor cuidando de otros que de mi.
Cuando llamé, aún no estaba segura de que era lo correcto. Soy madre de tres niños y tengo una vida maravillosa. De verdad que no me puedo quejar de nada. Pero por alguna razón no podía quitarme este sentimiento de pesadez y tristeza. Incluso era difícil aceptar la posibilidad de pedir ayuda. Amo a mi familia, pero en mi cultura no se habla de esas cosas y no quería que mis problemas fueran una carga para ellos. Cuando llamé a los Servicios de Crisis de Colorado estaba muy nerviosa, pero acabó siendo un gran alivio. Me ayudó muchísimo el poder hablar de lo que sentía, y aprendí que cuidar de mi misma no es egoísmo. Cuidarme a mi misma es lo que me ayuda a cuidar de los demás.
Lo que sea que estés pasando, siempre estaremos aquî para ayudarte.


Pensaba que no había nadie que me pudiera ayudar.
Cuando llamé a los Servicios de Crisis de Colorado, estaba muy emocionada de haber encontrado ayuda en español. Me había costado mucho trabajo encontrar alguien que pudiera ayudarme, en mi propio idioma. Si era difícil poder expresar lo que sentía en español, en inglés era imposible. Encontré la página de internet de los Servicios de Crisis de Colorado y vi que tenían servicio en español, así que decidí llamarlos. Me ayudaron muchísimo. Resulta que estaba sintiendo ansiedad y fue un gran alivio saber que eso que sentía tiene un nombre. Y, gracias a la guía y recursos que me dieron por teléfono, ahora estoy aprendiendo cuáles son las causas y cómo manejarla mejor. Es increíble saber que puedo hablar con alguien de lo que sea, y que el idioma no es una barrera para obtener ayuda.
Lo que sea que estés pasando, siempre estaremos aquî para ayudarte.


Solo necesitaba alguien que me escuchara.
Cuando busqué ayuda, tenía problemas en la relación con mi mamá. Siempre había sido así. Discutíamos. Gritábamos. Peleábamos. Casi nunca me entendía o estaba de acuerdo conmigo, pero al menos siempre me había escuchado. Ahora ya no lo hacía. De repente, la única persona con la que siempre había podido hablar, ya no me hablaba. Y me di cuenta que de lo que realmente necesitaba hablar era de mi relación con ella. Así que llamé a los Servicios de Crisis de Colorado. Hablé por lo que pareció una eternidad, y me escucharon. Las cosas con mi mamá todavía no son perfectas, pero están mejorando. Y gracias a la ayuda que recibí de los Servicios de Crisis de Colorado, yo también estoy mejorando. Y si buscas ayuda, tú también puedes.
Lo que sea que estés pasando, siempre estaremos aquî para ayudarte.


Mi estrés se había convertido en ansiedad y comencé a preocuparme.
Cuando busqué ayuda, me preguntaba si sería una pérdida de tiempo. Había estado luchando contra la ansiedad por un tiempo, y cada vez era más difícil manejarla, pero en realidad no sentía que tenía una crisis. Aún así, las cosas habían llegado al punto en que sabía que necesitaba ayuda, y no sabía a quién recurrir. No podía decirle a mi jefe que mis últimos días de licencia por enfermedad en realidad se debieron a ataques de pánico—nunca volvería a mirarme igual. La misma historia con mi familia—son increíbles, pero no creí que entenderían algo así. Entonces, después de posponerlo durante semanas, finalmente llamé a los Servicios de Crisis de Colorado, lo que finalmente me llevó a obtener la ayuda que necesitaba para que mi ansiedad nunca llegara al punto de crisis. Si estás leyendo esto y te preguntas si deberías llamar o no, yo te diría que probablemente deberías. No perderás nada—y ganarás sentirte mejor.
Lo que sea que estés pasando, siempre estaremos aquî para ayudarte.


Mi vida se sentía como una pesadilla y eso me estaba quitando el sueño.
Cuando busqué ayuda, estaba endeudado hasta el cuello. Había perdido mi trabajo unos meses antes, nuestros ahorros estaban disminuyendo, y no sabíamos si podríamos salir de esto, ni cómo lograrlo. Me sentía atrapado y asustado. No podía sacar de mi mente nuestros problemas financieros. A las 3AM una noche que no podía dormir, finalmente llamé a los Servicios de Crisis de Colorado. Me escucharon muy atentamente y me guiaron sobre los pasos que podía dar para obtener más ayuda. No todo se resolvió de inmediato, pero me sentí aliviado. Esa misma ayuda experta también te está esperando a ti. Solo tienes que llamar. Te alegrarás de haberlo hecho.
Lo que sea que estés pasando, siempre estaremos aquî para ayudarte.


Mi bebé no estaba durmiendo y yo no podía sobrellevar los días.
Sabía que tener un hijo sería estresante. Estaba lista para eso, pero no para la sensación de que todo se estaba saliendo de control. El trabajo de mi esposo exigía largas horas, por lo que generalmente estaba sola. Me sentía abrumada, agotada más allá de lo imaginable y tenía muy poco apoyo. Aún peor, estaba empezando a resentirme con mi propio hijo, y ese sentimiento me aterrorizó. Cuando sentí que no podía más, finalmente llamé a los Servicios de Crisis de Colorado. Hablé con alguien que había pasado por una situación sorprendentemente similar a la mía, y me guió a través de los pasos adicionales para obtener ayuda. Esa simple llamada ha hecho una gran diferencia. Y también puede hacer una diferencia para ti.